sábado, 8 de marzo de 2008

¿Neuroteología?

(Imágen tomada del artículo: «God & the Brain: How We´re wired for spirituality» de la revista «Newsweek» de Mayo 7 de 2001 )

«Si el cerebro humano fuera tan sencillo que lo pudiéramos entender, entonces nosotros seríamos tan simples que no lo podríamos comprender». (E. Pugh. Citado por Rosselli, 1997)

«La ontogenia recapitula la filogenia» (Hoeckel. Citado por Rosselli, 1997)

En los multiples intentos por relacionar la teología con la ciencia se realizan diversas propuestas no necesariamente válidas en todos los casos. Una nueva disciplina denominada por algunos como «Neuroteología» ha querido imponerse. ¿será ésta una disciplina válida?

Los científicos en aras de explicar todo lo que ocurre en el ser humano y en el cosmos han intentado responder a la pregunta ¿Está Dios en nuestra cabeza?. Se han buscado durante mucho tiempo las bases biológicas de la espiritualidad. Muchas experiencias han sido estudiadas desde experiencias de muerte hasta experiencias místicas:

- Sensaciones de iluminación
- Separación con el mundo físico
- Sentido del yo Vs. la trascendencia
- Sensación de eternidad

A pesar de encontrarse zonas cerebrales que se activan o cesan su actividad durante estas manifestaciones continúa presente la pregunta: ¿Es una experencia meramente cerebral?. En dichas experiencias se identifican zonas que están asociadas con funciones psicológicas y fisiológicas específicas que se dan en todos los seres humanos y que hacen parte de las conductas catalogadas como “normales”.

Las siguientes, son algunas descripciones y explicaciones que se han dado a dichos fenómenos religiosos desde la mirada de las neurociencias:

- Existe un bloqueo de la amígdala de la señal de prevención del ambiente para identificar situaciones peligrosas para el individuo (se suprime la percepción de peligro).

- Baja en la actividad del lóbulo parietal que orienta en el espacio y que marca diferencia entre el sí mismo y el mundo y por esta razón se tiene sensaciones de perder el límite con el espacio.

- Desconexión de circuitos del lóbulo frontal y temporal que marca el tiempo y genera la conciencia de sí mismo lo cual ocasiona sentimientos de atemporalidad.

- Como el lóbulo temporal está asociado con el habla se asocia una confusión entre escuchar la propia voz y la voz externa (Dios)

En estas investigaciones se han logrado provocar experiencias que alteren la percepción del tiempo y espacio por parte de los individuos. A continuación, un reporte de dichas experiencias:

«Hay una sensación de energía centrada en mi… saliendo hacia el espacio infinito y regresando… tenía mi mente relajada y experimentaba un sentimiento de amor. Tuve un profundo sentido de soltar los limites a mi alrededor y una conexión con algún tipo de energía y estado de ser que tenía la cualidad de claridad, transparencia y gozo. Tuve una sensación de estar conectado con el todo, reconociendo que nunca hubo una real separación del todo». (Descripción del doctor M.Baime sobre la meditación budista)

Al respecto, es importante aclarar que No es sorprendente que las experiencias religiosas se reflejen en la actividad cerebral. Todo lo que experimentamos deja rastro en el cerebro. La polémica sigue abierta puesto que el hecho de que se identifique una actividad cerebral y hasta pueda lograrse replicar no quiere decir necesariamente que ya se tenga la absoluta comprensión de dichos fenómenos.

Las siguientes, son algunas consideraciones personales que considero que son importantes tener claras sobre estos temas:

1. Es importante recordar en este análisis la conclusión de la filosofía de la religión: «El hombre es religioso por naturaleza». Por mucho tiempo, sobre todo con el positivismo, psiquiatras, psicólogos, neurologos y demás científicos intentaron negar lo religioso pero ahora, se ha reconocido como un fenómeno cuya ocurrencia no se puede negar aunque los esfuerzos se hayan desplazado a explicar sus causas desde razones naturalistas y darwnistas.

2. Estos resultados no son suficientes para concluir si la mente crea a Dios o si la mente fue creada por Dios. (Creación o percepción). El hecho de identificar zonas cerebrales implicadas en las experiencias espirituales no necesariamente quiere decir que las experiencias sean un producto meramente cerebral. Con solamente esta información no se puede concluir si la mente crea las experiencias misticas o si las experiencias misticas se reflejan en procesos cerebrales.

3. El hecho de que la mente imagine cosas no quiere decir que éstas no puedan existir independientes de ésta (aunque claro, tampoco afirman su existencia necesariamente [1]. Podemos imaginarnos una mesa sin la presencia de ésta lo cual no quiere decir que por lograr este tipo de experiencias no puedan existir mesas fisicas fuera de la mente.

4. Experiencia religiosa no es lo mismo que espiritualidad. Existen aspectos de la religión que pueden ser observables o definibles en cuanto tienen manifestaciones en el alma (espíritu, alma y cuerpo) Por ejemplo, El concepto de Dios, pensamientos y sentimientos al respecto) pero hay otras, por el contrario, que escapan a cualquier intento de medir, cuantificar y manipular (el mismo Dios como sujeto) [2].

5. Lo máximo que la ciencia establece son correlaciones entre experiencias o fenómenos religiosos y actividad cerebral pero no relaciones causales. (Sólo descripciones fenomenológicas). Nunca se puede confundir correlación con causalidad. El que dos variables estén relacionadas entre sí no necesariamente indica que una sea la causa de la otra.

A modo de conclusión sobre este tema convendría recordar la siguiente frase pronunciada por La Bruñere:

«La imposibilidad de demostrar la no existencia de Dios es la mejor prueba de su existencia»

NOTAS:

[1] De igual manera, podemos imaginarnos un seres como por ejemplo hobbits o elfos y aunque logremos recrear una imagen mental de ellos, tampoco implica que éstos existan en realidad. A este tipo de argumentos se le ha llamado en ciencia: “argumento de ignorancia” ya que representa una falacia lógica. Sin embargo no está de más tenerlo en cuenta en estos análisis pues los análisis en el campo teológico no solamente debe incluir análisis científicos sino también argumentativos.

[2] Tampoco se debe desconocer que así como lo espiritual no necesariamente es sujeto de medición, también es cierto que no todo lo que escape de una medición científica sea necesariamente espiritual.

REFERENCIAS:

Roselli, D.A. (1997) Neuro: Introducción a las neurociencias. Bogotá: Ceja.

Marzo 9 de 2008

Buscando alguna información adicional sobre este tema me encontré con un artículo del Dr. Antonio Cruz quien es un científico muy reconocido. Aquellos interesados en profundizar más en este tema pueden consultar su escrito llamado «Neuroteología y el gen de Dios».